Bicicletas eléctricas para hacer ejercicio | ¿Son realmente efectivas?

El debate acerca de si las bicicletas eléctricas pueden ser una opción igual de buena para ejercitar como las convencionales, crece cada día más. Muchos afirman que sí, mientras que otros insisten en que no. Si quieres saber la verdad continua leyendo este artículo.

Funcionamiento de una bicicleta eléctrica

las bicicletas electricas sirven para hacer deporte

Primeramente tenemos que saber cómo funciona la bicicleta eléctrica. A simple vista se puede ver como una bicicleta normal, con la diferencia que esta ocupa una batería situada en el marco, un pequeño motor al costado de la rueda trasera y sistema de cambios en el manillar más parecidos a los de una motocicleta.

Entonces, lo que hace diferente a las bici convencionales de las eléctricas es que las segundas se valen del motor eléctrico que tienen instalado para moverse, es decir que no requieren de las pedaleadas del usuario para que sus ruedas entren en movimiento. En caso de que el usuario lo desee igual puede pedalear.

Al pedalear una bicicleta eléctrica, se combina trabajo motriz de las piernas del ciclista con la energía potencia generada por el motor, que a su vez está siendo alimentado por la batería. El resultado es la capacidad de poder multiplicar hasta por 5 la aceleración y ritmo de desplazamiento con tan solo pedaleadas suaves.

Por ejemplo, si se está sobre una bici eléctrica, está puede alcanzar una velocidad de unos 30 km/h sin tocar los pedales, sin embargo, en el momento que el ciclista comienza a pedalear, la bici puede llegar a velocidades de entre 40 y 50 km/h dependiendo de la intensidad con la que pedalee.

Brindando tal comodidad de poder funcionar sin que necesidad de pedalear o incluso alcanzando altas velocidades por un mínimo de esfuerzo, en comparación a los que se necesitaría a bordo de una bici normal, es normal que muchos se plantee la siguiente pregunta.

¿Las bicicletas eléctricas se pueden usar para hacer ejercicios?

Si la pregunta fuera más inclinada hacia un punto de comparación entre ambas bicicletas, es decir, si las bicis eléctricas pueden ayudar a ejercitar de la misma manera que una bici normal, la respuesta sería un rotundo NO, pero aquí la cuestión es sí estas maquinas eléctricas de dos ruedas pueden ser un alternativa de ejercitación y en ese caso la respuesta es afirmativa.

Ciertamente el uso de las bicicletas eléctricas demanda una menor energía física que las comunes, y es que este ha sido justo el motivo de su desarrollo. Sin embargo, no se puede descartar este medio de transporte como una manera de quemar algunas calorías mientras se está a bordo.

Quizás la pregunta que surja ahora sea: ¿Cómo se puede ejercitar en una máquina que prácticamente puede andar sola?, pues bien, hay que tener claro que esto dependerá del usuario. Evidentemente si alguien compra una bicicleta con motor para no tener que pedalear más o al menos hacer muy pocas veces, la actividad física será casi nula.

Por otra parte, si el usuario se anima a complementar la potencia del motor con la potencia de sus piernas, logrará aumentar su frecuencia cardiaca significativamente provocando una quema de calorías de hasta 220 kcal si se alcanza una velocidad de 35 a 40 km/h y hasta 300 si se pedalea hasta llegar a una velocidad de 45 – 50 km/h

Como resumen: Si lo buscas es una actividad física que mejore tu ritmo cardiaco, te ayude a quemar calorías, aumentar la capacidad pulmonar y la resistencia, el ciclismo es la mejor opción y en una bicicleta convencional podrás quemar hasta 420 kcal, pero si además quieres un medio de transporte ecológico, económico y versátil que de vez en cuando te pueda ayudar a ejercitar, las bici eléctricas son una opción perfecta.

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